lunes, 11 de junio de 2018

La tecnología y los números

   Hoy hemos tenido el privilegio de asistir a la a la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) para aprender lo importante que es la tecnología en nuestras vidas y... ¡lo que hay que estudiar (sobre todo matemáticas) para ser ingeniero! Cualquier invento de la historia tiene detrás un concienzudo estudio de horas, un tanto de paciencia y, por qué no, una pizca de suerte...

La bienvenida a la universidad

   No nos podíamos dar una idea de lo entretenido (y a la vez mágico) que puede ser el "número". Desde las grafías realizadas por egipcios y romanos a las proporciones áureas o cómo la naturaleza y el arte se basan en un delicado equilibrio de números.

            De camino al aula donde el profesor ingeniero nos hablará de la historia de los números.

El patio de este antiguo Hospital de la Marina, hoy Universidad Politécnica de Cartagena, es bellísimo.
 
En clase con el nuevo profe.
 
La seño Leo parece preocupada por el lío de fotocopias que alguno tenía en su mesa.
 
Después de la interesantísima clase de Matemáticas hacemos un descanso para almorzar.
 
 
 
 
Después de reponer fuerzas, hemos asistido a la interesantísima exposición de los inventos en la última planta del edificio. ¡Vaya!, tras del paseo por las distintas vitrinas y expositores con máquinas "super-compuestas" no nos extrañó que algún individuo acabara un poco chiflado, como se nos mostró en la parte de "inventos absurdos".
 
Máquina de comer de la película "Tiempos modernos" de Charles Chaplin.
 
 
 
Lo cierto es que gracias a la tecnología nuestra calidad de vida ha aumentado y la humanidad ha logrado grandes avances, hemos podido detectado enfermedades y curarlas, hemos viajado cada vez más rápidos y seguros...
 
Primera máquina de rayos X
 
Y la tecnología, finalmente, nos ha proporcionados horas y horas de diversión... por ejemplo, viendo películas.
 
Proyector de cine antiguo
 
zootropo
 
Tomavistas y proyector casero
 
El invento del cine se debe a genios como Edison y Los hermanos Lumiere o Georges Meliès. Estos últimos proyectaban sus películas en una pequeña carpa muy similar a las de los circos. Su primera película apenas duraba unos minutos y se titulaba "Llegada de un tren a la estación". Eran tan realista la proyección que muchos de los espectadores creía que el tren saldría de la pantalla y les atropellaría.
 
 
   En fin, la jornada ha dado para mucho, pero lo más importante es que nos ha dejado maravillados y preguntándonos cómo una serie de cálculos y materiales ensamblados pueden crear tantas maravillas y ¡aportar tanto a la humanidad! ¡Esperamos que la experiencia se repita el próximo año!