Carmen Conde y la poesía hecha de mar y viento

Carmen Conde Abellán (Cartagena, 15 de agosto - Madrid, 8 de enero de 1996) vivió durante ochenta y nueve años entregando una obra literaria abundante (poesía, cuento, novela, teatro, ensayo, artículos periodísticos) y rica en valores humanos.

   Carmen Conde fue la primera mujer española que entra en la Real Academia de la Lengua en 1978. Su obra para niños, premiada y reconocida a lo largo de su vida, adquiere dimensiones extraordinarias en la prosa y en el verso, y en las secciones infantiles de la prensa, dejando asomar la voz inquieta y creativa de la maestra que fue. Gabriela Mistral, otra maestra y escritora universal, admiraba a Carmen Conde y dijo de ella que había destapado la fuente de los sueños de la infancia que los adultos tenían cegada.
   Cartagena, ciudad natal de la autora, es la inspiración de gran parte de sus poemas, muchos de ellos de ambiente marinero: los barcos, las velas, el mar y su brisa..., aunque también son importantes otros versos dedicados a los animales y a los paisajes murcianos. En los poemas de Carmen Conde las brisas del mar se funden con los aires de la naturaleza, poemas en azul y verde: "Los sembrados del mar y de los campos", donde los ruiseñores se meten en el corazón y los corzos huyen en un horizonte que se delira como humo mientras se observa el verde oleaje desde un acantilado.

Poesía 
Los molinos de velas

 Ellos, siempre tres, son tus ángeles costeros.
los tres grandes molinos que te vuelan,
se arrebatan de sol, giran ebrios de luz,
salobres velas
en las manos del viento que te baña.

Molinos que en el campo son navíos
y que aquí, ya veleros anclados, te aureolan.
Agua dulce en la tierra de sembrados,
agua y sol en tus límites extremos.

Ellos giran y giran; remos, jarcias,
sin timón - que eres tú -, sobre los cielos.

(De Los poemas del Mar Menor, 1962)

   
Vocabulario:
arrebatar: quitar con violencia y fuerza.
ebrio: movido con fuerza por una pasión.
navío: barco de grandes dimensiones.
velero: barco de vela
anclar: dicho de un barco que queda sujeto por medio de un ancla.
ancla: Instrumento de hierro formado por una barra de la que sale unos ganchos que, unido a una cadena, se lanza al fondo del agua para sujetar la embarcación.
aureolar: adornar con aureolas.
aureola: resplandor, disco o circulo de luz que aparecen en las imágenes religiosas.
remo: instrumento en forma de pala grande que sirve para mover una embarcación.
jarcia: conjunto de instrumentos y redes para pescar.
timón: pieza plana y móvil  montada en la parte posterior de una embarcación que sirve para controlar la dirección.